La estiba, la técnica o sistema de distribuir y asegurar la carga en los medios de transporte, tiene un papel más importante de lo que parece a primera vista cuando hablamos de sostenibilidad y reducción de la huella de carbono en el transporte de mercancías.
¿Cómo influye la estiba en la huella de carbono?
Aprovechamiento del espacio. Una mala estiba puede llevar a transportar “aire” en lugar de productos, es decir, no se utiliza el espacio de carga de manera eficiente. Esto implica que se necesitan más vehículos o más viajes para mover la misma cantidad de mercancía, y por lo tanto, más consumo de combustible y más emisiones de CO₂.
Distribución del peso. Una carga mal distribuida puede afectar la aerodinámica y el rendimiento del vehículo, aumentando el consumo de combustible. En algunos casos extremos, puede ser necesario reducir la velocidad o alterar rutas por razones de seguridad, lo cual también aumenta el consumo.
Seguridad y daños. Si la carga se daña por una mala estiba, se generan residuos y necesidad de reenvíos, provocando emisiones adicionales innecesarias.
¿Cómo optimizar la estiba para reducir emisiones?
Diseño eficiente del embalaje. Usar embalajes modulares y apilables permite maximizar el uso del espacio. Al mismo tiempo, es importante evitar materiales innecesarios que aumentan volumen o peso.
Capacitación del personal. Personal bien entrenado en técnicas de estiba y su relación con la sostenibilidad puede marcar una gran diferencia.
Consolidación de cargas. Agrupar envíos de distintos clientes o destinos cercanos para maximizar el uso de la capacidad de carga.
Sistemas de protección de mercancías sostenibles. El uso de sistemas de protección de mercancías sostenibles se ha vuelto esencial para minimizar el impacto ambiental del transporte. En este sentido, Niupack se presenta como una solución innovadora y respetuosa con el medio ambiente para la protección de cargas. Su diseño no solo le otorga una alta resistencia, sino que también lo convierte en un producto ligero, plegable, reutilizable y 100% reciclable. Contribuye activamente a la reducción de la huella de carbono y está disponible con certificaciones FSC y PEFC, lo que garantiza que su materia prima proviene de bosques gestionados de forma sostenible. Además, la empresa ha implementado medidas internas como el uso de energía solar y la participación en iniciativas de reforestación con Tree-Nation, lo que ha permitido reducir su huella de carbono hasta en un 75% y plantar miles de árboles en todo el mundo.
Uso de unidades de carga estándar. Los palets, los contenedores ISO, las cajas normalizadas, etc., que permiten mejor previsión y compatibilidad en el transporte multimodal.
Impacto real
Según estudios del sector logístico, una mejora del 10% en la eficiencia de la estiba puede traducirse en una reducción del 5-8% en las emisiones de CO₂ por tonelada transportada. En empresas de gran volumen, esto puede equivaler a miles de toneladas de CO₂ evitadas cada año.
Por lo tanto, no es poca cosa. En nuestro caso, en J2 hemos hecho reducciones de hasta un 75 % en el impacto de huella de carbono de la empresa y en la actualidad estamos trabajando en el desarrollo de nuevos productos para poder conseguir reducirlo cada vez más. Un compromiso con el medio ambiente, la sostenibilidad y nuestro futuro.